Gobernanza de Internet

Cómo construir una agenda local para Internet

Charla de Valeria Betancourt (APC) – 28 de abril de 2025

Valeria APC IGF

El pasado 28 de abril, en medio de un apagón eléctrico que también provocó una interrupción del servicio de internet, tuvo lugar la charla de Valeria Betancourt, responsable de políticas en la Association for Progressive Communications (APC), sobre la gobernanza de internet. El acto, promovido por el capítulo Català de la Sociedad de Internet (ISOC.Cat) y Pangea.org, se centraba en la gobernanza de internet y destacó por haberse celebrado en un momento tan crítico para las infraestructuras digitales, poniendo en vivo el objeto de la discusión: la resiliencia, la soberanía y la protección del derecho de acceso a la red pública.

Habló sobre qué es la gobernanza de internet, cómo funciona globalmente, cuáles son los foros y también habló sobre algunos foros locales en distintas regiones. También trató los retos de la privatización de internet, las plataformas digitales, la desigualdad y la necesidad de una justicia social, así como el impacto ambiental de toda esa infraestructura de comunicaciones y computación. Uno de los temas tratados fue también los cortes de internet, ya que en nuestra región los hemos sufrido en el «proceso» en torno a 2017 o 2025, con los cortes de internet ligados a los intentos de frenar las transmisiones ilegales de partidos de fútbol por parte de la Liga de Fútbol que afectan a otras webs. Durante la charla, sufrimos un corte de internet por la caída generalizada de la red eléctrica, que obviamente es clave para el funcionamiento de internet.

La situación acaecida de corte eléctrico generalizado simbolizó que una interrupción del servicio de internet no sólo corta cables, sino que pone en peligro en Internet derechos fundamentales como el acceso a la información, la libertad de expresión y el derecho a la participación digital.

Hablamos también de quien decide cómo funciona Internet. Quien pone las reglas del juego en el mundo digital donde pasamos cada vez más horas de nuestras vidas, donde trabajamos, aprendemos y nos relacionamos. Algunos puntos sobre el tema de gobernanza de Internet en términos de cómo trabaja APC por una internet para todos.

¿Cuáles son los actores?

Por un lado tenemos a las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley, de una internet privada. Por otro, tenemos a los gobiernos reunidos en salas lejanas en Ginebra o Nueva York. En parte, pero también y al mismo tiempo depende de nosotros, los ciudadanos, las comunidades locales, vosotros y nosotros.

Se trata de desmitificar este concepto que llamamos «gobernanza de internet» y demostraros que no sólo es comprensible, sino que es un campo donde nuestra participación es absolutamente crucial para construir el futuro digital que realmente queremos.

¿Qué es, pues, la gobernanza de Internet?

El término «gobernanza de internet» suena técnico, pero en el fondo, la gobernanza de internet es la conversación sobre cómo la tecnología digital y la Internet nos afecta a todas y cómo podemos tomar decisiones colectivas sobre su rumbo.

Es la conversación sobre por qué en un pueblo la fibra óptica llega a una calle y no a otra. Es la discusión sobre cómo proteger los datos de nuestros hijos en las escuelas. Sobre cómo luchar contra la desinformación que envenena el debate público. O sobre cómo garantizar que la inteligencia artificial no perpetúe las desigualdades que ya sufrimos en el mundo real.

A nivel global, esta conversación tiene lugar en espacios como el Foro de Gobernanza de Internet de las Naciones Unidas, el IGF. Un lugar en el que gobiernos, empresas, activistas, académicos y técnicos se encuentran para debatir abiertamente sobre todos estos temas. Valioso, pero lejano: sus conversaciones, en ocasiones, no conectan con nuestras realidades más inmediatas.

De global a local: el poder de la comunidad

Los foros locales se están haciendo en todo el mundo. Se llaman Iniciativas de Gobernanza de Internet Nacionales y Regionales, o NRIs. Son foros que nacen de forma orgánica porque la gente se da cuenta de que las decisiones sobre el mundo digital deben tomarse a escala local, no al revés.

Estos ejercicios locales son poderosos por varias razones:

  • Primero, ponen el foco en nuestras necesidades locales. Mientras en Bruselas el gran tema puede ser la regulación de las grandes plataformas, quizás nuestra preocupación más urgente aquí es las decisiones sobre la digitalización escolar, las pantallas y la infancia, la conectividad en las zonas rurales o el apoyo a las pequeñas empresas locales para que puedan competir en la economía digital o el rol del catalán en internet y las plataformas sociales. Un foro local permite identificar y priorizar lo que nos afecta directamente.
  • Segundo, llevan más voces a la mesa. Estos espacios están diseñados para ser radicalmente inclusivos. No son sólo para «expertos». Tienen que abrir la puerta a jóvenes, a mujeres, a asociaciones de vecinos y vecinas, a sindicatos, a la sociedad civil en todas sus formas. Porque el futuro de internet no puede ser diseñado sólo por ingenieros, empresas y políticos; debe reflejar los intereses y valores de todos.
  • Y tercero, nos permiten ir más allá. Nos permiten construir nuestros propios futuros digitales. En la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, la APC, hablamos de pasar de la simple «conexión» a una «conectividad significativa centrada en la comunidad». Esto significa dejar de ser consumidores pasivos de tecnología diseñada en otros sitios y empezar a ser actores activos. Significa, por ejemplo, apoyar redes comunitarias de internet, servicios digitales locales que respondan a nuestras necesidades y que estén alineados con nuestros valores.

La conversación que se convierte en acción

¿Para qué sirven estas conversaciones? Estos foros no son sólo tertulias, pueden generar un cambio real.

Por ejemplo, en el caso de Kenia, el diálogo entre diferentes actores logró crear políticas que bajaron drásticamente el precio del acceso a internet rápido.

En América Latina, el foro regional, el LACIGF, ha sido fundamental para vincular de forma inseparable la gobernanza de internet con la defensa de los derechos humanos.

Han demostrado que hablar de infraestructura es hablar del derecho a la comunicación; que hablar de datos es hablar de derecho a la privacidad.

Un espacio de diálogo local, abierto e inclusivo no es una pérdida de tiempo. Puede ser una herramienta de transformación social.

Los retos del camino

La financiación es una. Muchas de estas iniciativas dependen del voluntarismo y de apoyos puntuales, lo que dificulta su sostenibilidad. También existe el reto del reconocimiento institucional. Los gobiernos pueden ser reacios a un modelo de toma de decisiones realmente abierto. La sociedad civil debe batallar para ganarse su puesto en la mesa.

Y, por supuesto, existe el riesgo de convertirse en una simple «tertulia», un espacio de debate que no lleve a ningún cambio concreto. Para evitarlo, es necesario un compromiso claro con la acción y el seguimiento de los acuerdos.

En resumen

¿Quién decide nuestro futuro digital? Somos nosotros. Depende, si queremos, de nuestra voluntad de organizarnos, dialogar y actuar.

Estos ejercicios de gobernanza local no son sólo para hablar de internet. Son para reapropiarnos de la tecnología, ponerla al servicio de las personas. Son para construir, desde la proximidad y lo que cada uno de nosotros necesita y espera, un mundo digital que sea más justo, más inclusivo, más democrático y que responda a las necesidades y sueños de todas las personas.

Si quieres saber más, aquí tienes un artículo reciente de Valeria Betancourt: Cómo se implemente el Pacto Digital Mundial determinará nuestro futuro.

 

Una actividad de Pangea en colaboración con:

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